La Borriquilla llena Segovia de palmas (El Norte de Castilla 26-III-2018)
La popularidad de esta procesión se traduce en una participación masiva de cofrades y de público
El tiempo ha aliviado en la mañana del domingo la preocupación de las cofradías y hermandades de la Semana Santa segoviana y, a pesar del frío, se celebró una procesión única que año tras año se traduce en una participación masiva de cofrades y público . Las lluvias que durante el fin de semana obligaron a suspender las procesiones del Viernes de Dolores y el el Cristo de la Buena Muerte el sábado, dieron una tregua a los centenares de fieles que esperaban la salida de La Borriquilla, el paso procesional que representa la entrada de Jesús en Jerusalén, desde la Catedral.
Las miradas al cielo fueron continuas y hasta última hora no se tomó una decisión sobre realizarlo a cubierto ante las previsiones de lluvia o recorrer las céntricas calles de la ciudad. Finalmente, la procesión comenzó en torno a las 12.30 horas en la Catedral y continuó su recorrido por las calles Cronista Lecea, Colón, plaza de los Huertos, Arias Dávila, José Canalejas, Herrería, Juan Bravo, Isabel la Católica y la Plaza Mayor, para culminar nuevamente en la Santa Iglesia Catedral. Previamente, el obispo de Segovia, César Franco, bendijo en la iglesia de San Miguel las palmas y ramos de laurel a todos aquellos que asistieron a la eucaristía.
Por otra parte, las secciones infantiles de las doce cofradías de la ciudad, encabezadas por la Cofradía de la Oración en el Huerto del barrio de San Lorenzo, junto con el ritmo que dictaban los tambores y cornetas de la Hermandad de Nuestra Señora la Soledad Dolorosa y las marchas de procesión interpretadas por la Unión Musical Segoviana, fueron los protagonistas. El sol lució durante varios momentos en este Domingo de Ramos, pero las nubes recordaron a los cofrades, fieles y curiosos la amenaza de lluvia que ha marcado el comienzo de la primavera.
La ciudad de Segovia ha vivido con la procesión de las Palmas la primera gran muestra popular de su Semana Santa, que afronta su segundo año como Interés Turístico Nacional. Se trata de un día, en palabras del obispo, de «alegría y de júbilo que termina pronto».